viernes, 11 de octubre de 2013

ESCAPADA - De trufas, vino y Nutella


Hoy nos vamos de viaje. Figurado, claro, yo no puedo de otra manera pero quizá tu tengas unos días libres y estés buscando un destino para escaparte.
Te propongo visitar una zona gastronómicas fascinante y especialmente recomendable en otoño. Al norte de Italia se encuentra la región del Piamonte, capital, Turín. A 50 quilómetros al sur de esta ciudad encontramos Alba, nuestro destino de hoy.


No te engaño, Alba no es una ciudad especialmente bonita, pero amigo, aquí no venimos para hacer fotos, venimos a comer y beber! Vamos con los tres elementos que titulan este artículo.

La trufa blanca
La joya de la corona de este viaje gastronómico. De entre las trufas, la blanca de Alba es una de las más apreciadas en todo el mundo. Crece bajo los arboles de los bosques de la zona entre octubre y diciembre. Para localizarlas se utilizan perros adiestrados de tres razas, el lagotto romagnolo, el bracco italiano o el chucho. Y olvídate, claro esta, de que ningún campesino local te explique donde ir a buscarlas. Las mejores zonas son secreto de estado. La razón, su precio. En una subasta celebrada en el año 2009, un cliente de Hong-Kong pagó 98.000 euros por un ejemplar de 750 gramos. Una locura. Los perros más efectivos también se valoran en miles de euros.

Para vivir toda la intensidad de este mundo, precisamente estos días, se celebra la Fiera Internazionale Tartufo Bianco d’Alba. Del 12 de octubre al 17 de noviembre encontrarás actividades, exposiciones, oferta gastronómica, actividades culturales, etc.

Durante el resto del año, la trufa también es protagonista en toda la ciudad. Las tiendas especializadas son dignas de ver. Me recuerdan a las mejores joyerías pero en lugar de diamantes, en la vitrinas se exponen, trufas.

Género en una tienda de trufas de Alba
Evidentemente uno de los momentos del viaje será el que te lleve a una mesa a degustar este producto. Las opciones son muchas.  Se puede comer cruda, espolvoreada o rallada sobre un risotto o pasta fresca. Te la rallaran al momento sobre una balanza de precisión y luego.. al plato. También acompaña a la perfección un buen capón o platos con ternera, e incluso a una buena langosta.


              

En Alba hay muchos restaurantes, yo por mi experiencia te recomiendo uno. El restaurante Enoclub situado en una cava con un menú magnifico  y una amplia carta de vinos.

Comedor del Enoclub 
Este viaje requiere presupuesto. Te acuerda lo que te he explicado de los precios de la trufa, verdad? Si vas sobrado te propongo otro restaurante. Este, de mucho nivel. Me lo citó Guillem Marquet, de la Gourmeterie Marquet en Andorra,  en una entrevista cuando le pregunté por el restaurante que recuerda de manera más especial. La Ciau del Tornavento, a pocos quilómetros de Alba. Es impresionante. Si tienes pasta, mírate su web y te convencerás.

La Ciau del Tornavento

El vino
La segunda razón para visitar Alba. La zona en general es muy rica en viñedos y bodegas con alguna de las varietales más míticas de los vinos italianos. La zona de Cuneo es la cuna del Barolo, para muchos el mejor vino de Italia. La uva que se utiliza en su elaboración se llama Nebbiolo y las parcelas se encuentran en zonas de espectaculares de mucha pendiente. Tienes que conducir por esas carreteras. Descubrirás unos paisajes sensacionales. 

Viñedos en Langhe, Piamonte

También de la zona la Barbera d’Alba, o el Dolcetto d’Alba. Si eres de vinos dulces, en el Piamonte se produce el famosos Moscato d’Asti. Te encantarà.


En Alba te recomiendo una tienda pequeñita, en el centro, donde encontraras todo tipos de la zona y del resto de Italia. El personaje que la regenta sabe mucho y además, si quieres, te envía la compra a casa. Se llama Enoteca Grandi Vini.





Y la Nutella?
Es verdad. La Nutella. Para cerrar el viaje vamos con otra de las cosas más famosas de Alba. 

Aquí se inventó la Nutella. A mediados de los años 40,los impuestos sobre los granos de cacao motivaron que se buscaran fórmulas para bajar el precio del producto. El resultado fue la Gianduja una mezcla a partes iguales de avellanas i chocolate. En 1946, Pietro Ferrero, pastelero de Alba vendió la primera “Pasta Gianduja” que, originalmente era sólida. En 1951 ya comercializaba la versión cremosa que en 1963 fue bautizada como Nutella por el hijo de Ferrero, Michele.
El primer tarro de Nutella salió de la fábrica de Alba el 20 de abril de 1964.


Trufa blanca, barolo, grandes restaurantes, viñedos espectaculares y Nutella. Te escapas a Alba?





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