lunes, 23 de junio de 2014

Trumfes - Cocina clásica con algo más en Llívia


Gran descubrimiento en Llívia, un pueblo que frecuento a menudo y en el que se pueden encontrar muy buenas propuestas gastronómicas. El Trumfes es uno de los locales conocidos pero que nunca había visitado. Y no es que sea nuevo. Llevaba cinco años situado a pie de la carretera general y hace unos meses que han cambiado de local. Buena ocasión para visitarlos. La cena, más que satisfactoria!
El nuevo local está situado en la calle Raval. Cuesta más de encontrar (no mucho) pero es muy acogedor. Con una sala bien decorada desde donde se puede ver fácilmente la cocina y como trabajan. Los responsables del proyecto, Pau Gascón y Alex Molas han pasado por cocinas tan destacadas como el Lluçanes, el Aliguer, la Torre del Remei, el Via Veneto o el Hotel Claris
Empezamos la cena con unos aperitivos de la casa de los que destaco el helado de trufa. Brutal. Una combinación de dulce y salado con el alma de la trufa impregnándolo todo. Buenísimo!

Primero compartimos unas tapas. De menos a más. Primero unas bravas. Evidentemente teníamos que probar las patatas aquí. Buenas, pero tampoco para perder la cabeza. Correctas y punto.
Continuamos con unos chipirones encebollados que subieron el nivel de golpe. Buen producto y una cebolla trabajada muy sabrosa. Muy bien.

Seguimos con un foie con reducción de salsa Pedro Ximénez y maíz tostado. Muy bien, bien preparado, temperatura justa combinado sin que ninguno de los ingredientes le restas protagonismo al foie.
Como platos principales, uno de pescado y uno de carne. Del mar rodaballo al horno con patatas y pimiento del piquillo. Un plato básico que no está llamado a sorprender pero con buena materia prima y con la cocción correcto.




Mucho más impactante el canalón de faisán con salsa de trufa. Aún ahora puedo recordar el sabor del plato. Fantástico. Eso si la trufa la eché de menos. Pero el relleno de faisán tenía un sabor tan intenso que es igual. Muy recomendable
Postres. Buñuelos de plátano con salsa de chocolate blanco. Buenos pero no es lo que más destacaría de la cena. También probamos melón con una infusión de té negro. Fresco y sorprendente.

Acompañamos la cena con un Mencía. La carta de vinos es correcta, pero no excepcional y el precio es bastante atractivo. Esta cena salió de 75 euros, dos personas, pero ofrecen un menú más que completo por 25 euros todo incluido.

Y, lo que siempre va bien saber, gestionaron muy bien las intolerancias que les plantearon. Un restaurante friendly para celíacos.

1 comentario:

  1. Por lo que veo calidad-precio `perfecta, este si que ha quedado anotado para ir a no tardar.

    Me encanta tu blog, siempre es bueno que te aconsejen un buen restaurante, pues si no acabas por inercia yendo siempre a los mismos lugares. ¡Bien por el "Trumfas"

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