Según el diccionario (inglés evidentemente), Mood, es "un estado mental o sentimiento temporal". También fue una declaración de intenciones de Angelo Guitard y el equipo de Grup Kanalla cuando pusieron nombre al restaurante que tienen en Escaldes. Un proyecto que quiere ofrecer algo más que comida. Todo está pensado, y muy pensado, para disfrutar de una experiencia sensorial gracias a tres partes marcadas del proyecto: la carta, un espacio original, diseñado por Sonia Bermudez, y las cosas que ocurren regularmente, como noches especiales, catas, cursos de cocina y música en directo, complementados con una propuesta de coctelería de autor. Vamos que no paran quietos, pero detrás de toda esta animación hay una propuesta gastronómica muy personal y diferenciada firmada por el chef Cedric Dubois.
¿Cómo os explico la cocina del Mood? Podemos definirla como una cocina natural, con ingredientes de proximidad, combinados con otros menos habituales, pero siempre, con una trazabilidad y manipulación propia. Cada producto ha sido buscado y seleccionado. Como ejemplo el cerdo, que es de la raza Bísaro, proveniente de Portugal, los huevos de productores locales, los frutos secos los encontraron en el Alt Camp, y el pan de panaderos de Andorra. Con buen producto ofrecen recetas trabajadas que flirtean con las tendencias healthy pero con todo tipo de comida. Las bravas de boniato y pollo crujiente con salsa de curry al coco, cilantro fresco y lima, o el Pan Bao de atún Blue Finn, guacamole, mayonesa de wasabi, cilantro, limón y germinados de cebolla (los platos tienen nombres muy cortos, ya lo ves) son algunos entrantes muy top. Después encontraréis pastas como el Sorrentino al nero di sepia con un relleno de txangurro y carabineros muy sabroso, y risottos como el de cola de buey con tartufo y Parmigiano Reggiano. La carta es muy larga e incluye también carnes, hamburguesas, pizzas, y últimamente han introducido más referencias de mar, como el pulpo a la brasa 2XL con patatas ratte, emulsión de guisantes y wakame, pan de tinta y alioli de pimentón ahumado, o un lomo de bacalao confitado. ¡Ah! ¡Y el postre! ¡Pero no me quedan líneas y tendrán que ir a descubrirlos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario