Nos vamos de vacaciones en breve. Antes, te recomiendo
cinco restaurantes en cinco destinos donde sabemos que muchos vais de
vacaciones. Si los pruebas, disfrutarás seguro y te acordarás del Taste It. ¡Hasta
entonces nos vemos en Instagram! @jltrabal
TAPAS
24 - Barcelona
Un
homenaje a la tapa tradicional hecho por Carles Abellán, un chef con una
trayectoria larga y brillante que nunca para quieto. Desde sus inicios con
Ferran Adrià hasta hoy pasando por la estrella Michelin que consiguió con
Comerç 24. Una cena en la terraza del Tapas 24 es disfrutar de Barcelona. La
ensaladilla rusa me tiene enamorado, y el bikini trufado, que dicen se
“inventaron” en un banquete en el Bullí en 1988, tampoco puede faltar. La carta
es un catálogo de tapas clásicas preparadas por un cocinero con manos mágicas.
LA
CALÉCHE - Llívia
Un
templo pequeño pero una gastronomía gigante. En la cocina, Olga, y en la sala,
Pep. Un equipo que ofrece una experiencia donde todo es excepcional. Para
empezar, las bravas, y después delicias como la tatin de foie, canelón de de
pato, calamar de potera con butifarra negra, alcachofas y cebolla o la sardina
de Santoña ahumada con yogur de Cerdaña, naranja y pimienta de Jamaica. La
carta va cambiando, pero las propuestas siempre sorprenden por la combinación
de sabores, texturas y aromas. ¡Platillos para compartir, platillos para
disfrutar! ¡Hay que reservar!
CAFÉ
BALEAR - Ciudadela
Abrió
como taberna de puerto en los años 70 del siglo pasado y hoy es uno de los
restaurantes de referencia en Menorca. Imprescindible para gozar de platos de
mar frescos y bien elaborados. Los pescados, el marisco y los arroces son de
primera, y hechos en gran parte con productos que capturan con su propio barco,
el Rosa Santa Primera. ¿Recomendación? ¡Si puede, langosta! Una buena caldereta
o con huevos fritos y patatas fritas. ¡Brutal! El entorno también suma, en el
paseo del puerto y con una terraza para comer al aire libre.
BELL-LLOCH
- Santa Cristina de Aro
Si
buscas fuegos artificiales, no es necesario que cruces la puerta. Ahora bien,
para comer cocina catalana auténtica pocos lugares mejores encontrarás. Ubicado
en una masía, el Bell-Lloch es una propuesta de Marc Gascons, chef de los
Tinars y del, abierto hace poco, nuevo restaurante de Canaro, en Andorra. Aquí,
los precios son más asequibles por una oferta tan sencilla como bien elaborada
con producto de proximidad. Croquetas, caracoles, canelones, huevos fritos,
pies de cerdo, pato asado, cabeza y pata, pescados, brasa y un pastel de queso
con helado de canela y manzana asada brillante.
GRAN
SOL - Hondarribia
Encontrar
buenos pinchos en Euskadi es relativamente fácil pero los que sirven en la
barra del bar Gran Sol son de un nivel superlativo. Lo que hacen aquí es alta
cocina en miniatura y son ganadores habituales de concursos con creaciones como
el Hondarribia, una tostadita de bacalao ahumado con pimiento del piquillo,
foie y dulce de melocotón, o el Mika, brocheta de gambas y bacon sobre pan de
cebolla. ¿Mi favorito? Me encanta el foie con queso caramelizado y reducción de
mosto con mostaza de la abuela. ¡Ah! y el pueblo, ¡es precioso!